Fingía estar dormido para que siguieras recostada en mi hombro,
Solo deseaba mirarte por siempre y que nunca despertaras.
Por un momento sentí nuestros latidos acompasados
Y pude saberlo: estaba enamorado.
Solo me preocupaba que el día acabara
Y que el sol caminara a través del cielo en su ruta condenada,
Pero todo el tiempo se detuvo,
Estuvimos unos instantes eternamente juntos.
Podría verte dormida toda la vida,
Negar para siempre de mí el sueño.
Fingía estar dormido a tu lado solo deseando, deseando…
Y me preguntaba si tú, al igual que yo, cerrabas los ojos y guardabas silencio.
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Bueno, lo que voy a poner aquí ya te lo dije personalmente pero aun así lo escribiré. Creo que en este poema has logrado lo que muchos nos esforzamos infinidad de veces en alcanzar: el plasmar con palabras un mar de sentimientos y de imágenes de tal forma que el que lo lea los perciba y le resulte bello. De verdad que eres bastante bueno Daniel, no dejes de escribir. Y trata de hablar con la musa de este poema a lo mejor y te llevas una sorpresa.
ResponderEliminarwooowww me encanta este poema, es hermoso
ResponderEliminarconcuerdo con lo que dice Luis Monroy, lo lograste y me gusta mucho,
si lo logre sentir
No pues lo mío no es el comentario intelectualoide jaja, simplemente está bien chingón, o com diría nuestro amigo, bien vargas. Los demás, pues tienen uno que otro detalle, pero en este cada palabra queda justa, eres sentimental, pero no cursi, y desglosas la idea de una manera cíclica muy muy chingona.
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